12 voces de mujeres UIC Barcelona en el marco del 8M

12 voces de mujeres UIC Barcelona en el marco del 8M

En el Día Internacional de la Mujer, que se celebra cada año el 8 de marzo, compartimos algunas reflexiones de mujeres del ámbito académico que ocupan cargos de responsabilidad en UIC Barcelona sobre la importancia del liderazgo femenino en la Universidad y el futuro de nuestras estudiantes, las líderes del mañana.

Una sociedad democrática tiene que garantizar que los méritos profesionales se valoren tanto en los hombres como en las mujeres, así será más equitativa y justa. A nuestras estudiantes y líderes del mañana les diría que lean, que se formen en el conocimiento que hayan elegido y luchen por su promoción de manera justa, a través de los méritos profesionales que vayan adquiriendo durante su carrera. 

Liderar en femenino puede transformar los equipos y la sociedad, puede ayudar a construir un espacio donde todo el mundo se sienta escuchado y valorado favoreciendo un ambiente de trabajo positivo y comprometido con los objetivos comunes. La visión de las jóvenes y su capacidad son esenciales para conseguirlo. Hay que buscar redes de apoyo y que aprendan de cada experiencia, y recordar que el liderazgo se construye con autenticidad y determinación.

Tenemos por delante muchos desafíos y debemos estar comprometidos con la mejora de la sociedad. Debemos ser responsables y orientar bien nuestro trabajo. Es importante reflexionar y ser muy sensibles a las necesidades de los que nos rodean. Solo teniéndolos en cuenta y mirando más allá de nosotras mismas, podremos, con pasión, mejorar el día a día de las personas. No nos guardemos nada, demos todo aquello que podamos para contribuir, ya que hay cosas que solo nosotras podemos dar.

La diversidad de género aporta una multiplicidad de perspectivas y experiencias que enriquecen la toma de decisiones. Los entornos diversos, incluyendo el género, contribuyen a la creación de soluciones más innovadoras e inclusivas, que responden mejor a las necesidades de toda la comunidad educativa. Las mujeres en cargos de responsabilidad pueden servir como modelos a seguir, e inspirar a las futuras generaciones de estudiantes y profesionales a ambicionar posiciones de liderazgo, independientemente de su género.

Nuestras estudiantes tienen que confiar en su talento, en su capacidad de esfuerzo y en sus habilidades de liderazgo para contribuir a la transformación de la sociedad. El camino hacia la igualdad todavía presenta retos importantes, pero cada paso que demos hoy abre puertas a las jóvenes promesas científicas del futuro. Y lo más importante: nadie más que nosotras mismas puede definir nuestros propios límites.

La diversidad en equipos directivos es muy importante para asegurar una visión más amplia y equitativa. Así aseguramos debates académicos desde diferentes puntos de vista y una investigación más innovadora. A nuestras estudiantes les diría que sigan sus ilusiones, pongan pasión, confíen en ellas mismas y tengan mucha paciencia. También es muy importante tener referentes o mentoras que puedan servir de modelos a seguir.

La riqueza está en la complementariedad de las miradas y de los abordajes y puede quedar más asegurada si hay hombres y mujeres liderando conjuntamente. Con la incorporación de buenas líderes femeninas se abren posibilidades de disfrutar de entornos más ricos y satisfactorios en la universidad; porque los matices, estilos o miradas que aporten cada una de estas mujeres, como mujeres que son, no las podrán aportar nunca los hombres, como hombres que son. Nos complementamos.

Tenemos que transmitir el mensaje de que existe la igualdad de oportunidades y que cada persona, independientemente de su género, puede llegar a ocupar un puesto determinado. Así, las mujeres en puestos de gestión y dirección pueden inspirar a niñas y adolescentes para que persigan sus sueños sin pensar que, por ser mujeres, no podrán alcanzar aquello que desean. En segundo lugar, porque las mujeres aportan puntos de vista y enfoques diferentes que pueden complementar y enriquecer a aquellos aportados por los hombres.

La diversidad en los equipos de liderazgo es fundamental para mejorar la toma de decisiones y garantizar que se consideren una amplia variedad de perspectivas. Cada persona aporta su propia experiencia, manera de pensar y enfoque para resolver problemas, y la diversidad entre mujeres y hombres es una parte importante de esta pluralidad. Un equipo diverso, donde se combinan diferentes maneras de tomar decisiones, es capaz de dar respuestas más equilibradas y más eficientes, que consideran todos los aspectos de una situación, desde los más analíticos hasta los más humanos y emocionales.

La igualdad no es solo una cuestión de derechos, sino también de progreso: las instituciones con liderazgo femenino son más innovadoras porque se basan en la colaboración, la empatía, la comunicación efectiva, etc., para lograr el bienestar colectivo. Ahora, las mujeres estudiamos y trabajamos, pero en muchos casos también seguimos llevando la carga familiar. Es importante que se impulsen políticas de conciliación en las cuales este peso pueda quedar compensado entre mujeres y hombres. Y que los hombres también cojan conciencia de este hecho.

La representación y el liderazgo de las mujeres en cargos de responsabilidad en la Universidad son fundamentales para avanzar hacia una mayor igualdad de oportunidades. Y, si queremos un futuro con igualdad de oportunidades, debemos comenzar desde las aulas. 

Tenemos que buscar estrategias para conseguir que haya una proporción de mujeres equitativa o representativa de acuerdo con el número de mujeres profesionales, con una formación adecuada para que puedan ejercer su profesión y ocupar cargos de responsabilidad.