Los arquitectos Dr. Héctor Devesa, Leopoldo Gil y Dr. Nacho Vicens reflexionan sobre el valor simbólico, técnico y espiritual de los espacios litúrgicos
La conferencia inaugura un ciclo que aborda la arquitectura religiosa como paradigma de forma, conservación y sentido
La arquitectura sacra ha sido el eje de reflexión de la primera conferencia de Foros 2025, el ciclo de conferencias que organiza UIC Barcelona School of Architecture y que este año se celebra bajo el título “Principio, forma y conservación de la arquitectura. El paradigma de la arquitectura sacra”. En esta sesión inaugural, celebrada este miércoles 9 de abril en el Aula Magna del Campus Barcelona, expertos del sector ofrecieron una mirada profunda y complementaria sobre los retos, el sentido y la vigencia de la arquitectura religiosa en el contexto contemporáneo.
La sesión fue presentada por el Dr. arquitecto Josep Lluis i Ginovart, catedrático de Intervención Patrimonio Arquitectónico en UIC Barcelona School of Architecture, la Dra. arquitecta Cinta Lluis Teruel, profesora en la misma institución , y el Dr. arquitecto Ricardo Gómez Val, subdirector y profesor. Josep Lluis i Guinovart enmarcó la importancia del ciclo de este año en un momento de revisión crítica de los fundamentos de la arquitectura. “Foros 2025 invita a repensar la arquitectura desde sus principios más esenciales, con la arquitectura sacra cristiana como modelo universal”, aseguró.
El doctor arquitecto y teólogo Héctor Devesa Santacreu abrió la jornada con una reflexión sobre la dimensión teológica y simbólica de la arquitectura litúrgica. Afirmó que la arquitectura sacra no puede reducirse a una cuestión formal o estilística, sino que debe responder a una vocación espiritual: la de hacer visible lo invisible. “La liturgia no es solo rito: es un acto donde Dios se hace presente en lo humano, y la arquitectura tiene la responsabilidad de acoger esa presencia”, explicó.
Desde una perspectiva técnica y patrimonial, el arquitecto Leopoldo Gil Cornet compartió su experiencia acerca de la restauración de templos y espacios religiosos, defendiendo una intervención respetuosa con el tiempo y la memoria. “Viejo, pero no destruido. Con la huella del tiempo. Eso es lo que debemos buscar en la restauración”, señaló. Gil reivindicó una aproximación “objetiva” al patrimonio, alejada de teorías universales y basada en la escucha activa del lugar: “La restauración debe hacerse por el objeto en sí mismo, no aplicando teorías a priori”.
Finalmente, el arquitecto Nacho Vicens Hualde trasladó al público a un contexto diferente: el de la arquitectura efímera a gran escala. En concreto, abordó el reto de la arquitectura efímera religiosa, a partir del diseño de los espacios litúrgicos de las Jornadas Mundiales de la Juventud de 2004 y 2011. El arquitecto explicó las soluciones adoptadas para construir en tiempo récord estructuras seguras, funcionales y simbólicamente potentes: “la visibilidad del Papa debía estar garantizada desde cualquier punto: todo se diseñó en función de eso”. También destacó la importancia de la modularidad y la escenografía en entornos de gran escala y complejidad institucional.
La jornada concluyó con una mesa redonda entre los ponentes, en la que se debatió el equilibrio entre la permanencia de lo sagrado y las nuevas formas de habitarlo. Coincidieron en la necesidad de una arquitectura que no imponga, sino que escuche; y que resuelva problemas técnicos y a la vez genere significado.
El ciclo continuará en las próximas semanas con otras sesiones centradas en la conservación del patrimonio religioso, incluyendo una reflexión sobre la Sagrada Família de Barcelona, abordada como símbolo de innovación, gestión y proyección internacional. Esta mirada cobra especial relevancia en la antesala de Barcelona, Capital Mundial de la Arquitectura 2026.
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